Fértil... (verso 11)
Entonces el espíritu de esos dedos
aro la piel despertando el brote...
sembró el deseo entre tus piernas,
regando los surcos de agua pura
del cual bebió el sediento espíritu
que entre las sombras se escondía...
Sembró gemidos, espasmos y jadeos,
sembró deseo, despertando el brote que se escondía
pudoroso entre tus labios humedecidos,
cosechando el orgasmo infinito de la tierra
fértil y encendida, dando descanso a tu alma.
sembró el deseo entre tus piernas,
regando los surcos de agua pura
del cual bebió el sediento espíritu
que entre las sombras se escondía...
Sembró gemidos, espasmos y jadeos,
sembró deseo, despertando el brote que se escondía
pudoroso entre tus labios humedecidos,
cosechando el orgasmo infinito de la tierra
fértil y encendida, dando descanso a tu alma.
Gustab
Me ensalma ese abordaje del poema desde los dedos como una siembra del deseo. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMuy bonito como todo lo que escribes
ResponderEliminarGood post
ResponderEliminarestas vivo
ResponderEliminarpense que habias desaparecido