una cenicienta con forma de pera,
Dulce como la miel que quiera
como no cualquiera.
Sensual como la flor de higuera,
de ojos negros de morera.
Mora mora, ojos de primavera
con mil orgasmos en la sesera.
Negra como la noche
corazón de hoguera.
De miel derroche,
de humedad la madriguera.
Quien no se enredase en su enredadera
no creería que es hechicera.
si mi sexo introdujera
de astillas convertiría a madera..
Y ahí quedó la brasilera,
que mi corazón enciende,
mis ganas incinera
y la vida me desprende.
Erase una vez que era
que de una brasilera me enamoré
y aunque mis ganas se fueron con la primavera,
con la negra me quedé.
Gustab
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