Vaho delirante.

¿Quién no goza una amapola?

Vaho delirante es tu perfume de hembra de blancos jazmines,
indiferencia sonámbula y fragante.
Deseo de labios imprudentes que muerden mi boca;
Entumecidos labios muertos, labios fríos, cuerpo agonizante.

Le susurre a sus oídos; 
Pregúntale a mi mano lo que sabe; 
Tembló sorprendida la casta enredadera en el febril incendio.
Entonces, de la roja manzana probamos los dulzores, 
escuchando silbidos de serpientes.

Recorrí con besos delirantes su vientre incoherente.
Temí el placer de un delirio que fluye como lava del infierno.
Su piel lisonjera escondía un minuto de deseo
y el enajenado jugo mortal de su fuente.

Aunque sabroso, su piel se derramó haciendo temblar mi cuerpo,
abriendo sus alas, dejando entrar el febril incendio de nuestra pasión temprana, 
descendiendo a los abismos un delirio chispeante, de una indiferencia sonámbula.

Gustab

"Sólo el latido al unísono del sexo y del corazón puede crear el éxtasis."
Anais Nin
.

Comentarios

  1. Poesía erótica en estado puro. Un delirio de deseo, de carne, de néctares.
    El otro texto me ha parecido más infernal.
    Muchísimas gracias, Gustab, por acompañarnos una vez más.
    Un beso 😘

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  2. Cuando erotismo y sensualidad se crecen, se elevan y se hunden en el placer más sublime.

    Abrazo

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  3. Realmente sabes con elevar a la mujer a su más pura esencia de hembra que domina el mundo bajo el sello del sexo.
    Un abrazo.

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  4. Un tributo a la belleza femenina.
    Y me gusta la cita.
    Saludos.

    ResponderEliminar

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