sábado, 24 de septiembre de 2022

Charcos de Luz. (Verso CUATRO).

¿Romperías una puesta de sol? ¿Una luna llena? ¿Un amanecer?...
Cuando estén mis ojos cerrados, mis labios temblando cálidos, 
no rompas lo único que tenemos, lo mágico. 
No se rompen los labios que te están besando. 

Si vienes, hazlo con tiempo. Así es la magia, el momento,
no sientas culpa, la culpa de saber que se repite un beso.
Extraño tu esencia, tus manos recorriendo mi cuerpo. 
Tu jugosa boca, tu jugoso sexo hartando mi sed,
mis dientes marcando tu piel. 

Quiero entrar en lo profundo de tu follage, 
libar hasta encontrar el cauce de tus ríos, 
el manantial oleaginoso, vibrar en él, hasta ahogarme.
Quiero beber  hasta la última gota, fundir mis labios,
saciar la sed que tengo y tu aroma impregnado.

Extraño tu cuerpo recibiendo el placer 
que puede ofrecer el mio.
Cuando abres caminos de fuego, 
enroscando cuerpos con lengua batida, 
tus demonios, tus infiernos. 

Cierro los ojos, siento tu olor , 
abro mi boca recordando tu sabor. 
Mi sexo palpito te espera.
         Beso tu cuerpo bañado en charcos de luz.

          Gustab

" ¡¡Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue..."
                                     Pablo Neruda.


5 comentarios:

  1. A la altura de un grande, Gustab. Un poema que baila.
    Un beso.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Blogger Gustab dijo...

    Tremendo poema... tu sensualidad es casi erótica, puedes imaginar todo sin cristales de por medio.
    Eres única en tu estilo.

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