viernes, 16 de septiembre de 2022

Venus nivea.

Rasurándoselo estaba, despejando los caminos de seda. El ombligo desnudo bailaba, a piernas desembarazadas, abiertas. Sentadas sus nalgas en silla ancha, brotaba jugosa la madriguera.
Mirándoselo muy gozosa, después de bien rapada, burlona y desprevenida, hundia su dedo escarbando gozosa.
Caderas danzantes, carneo señuelo de sabores, vengo a consumir tu boca baja, seducir tu caoba roja de tempranera caracola. Tus muslos, como la tarde, van de luz a  sombra.
Azabaches oscuros la envolvían , hoy razos y brillantes oscurecen su orquídea mañanera.
Cuerpo de agua, musgo vibrante, de leche nivea y de labio firme. Mi sed, mi ansia, mi camino esputo y turbio. Oscuros son tus cauces, donde la sed eterna babea tibia y transparente su primera bocanada, charco de deseo, pezón que gotea, sudor que escurre, latidos deformados.
Muerdo sus senos y me escurro por sus piernas trémulas, le levanto el velo con mis dedos, las miro desde abajo. 
Tu comisura espera entreabierta, y el cuello se alza para ser abordado. Sembrarte, abonada de caricias, amor dulce, almíbar en tu boca, me pides que salive, cuando ya sabes que la tienes; lengua adentro, bullendo entre los muros, acorazada y denostada entre tus piernas.
Deseando ese pálpito lingual en tu saliente y bombeante entrepierna adentro. Avaricias sencilla desnudez, cadencia en tus alientos, mirada perdida que me busca.
Cuerpo inerte y desnudo; ojos cerrados al placer; piel de marfil, sexo exacto y profundo; sexualidad pura, erotismo sincero.
Acaricia lentamente, hazme emerger, mientras me amarro a tu cintura; bésame con locura, enrédate en mis rizados, hazme delirar y no me dejes nunca escapar.
Mírame a los ojos, mientras tus manos siguen recorriendo mi cuerpo, buscando entre la erecta oscuridad
la nave que te sostiene sin recelo. Siente mi firmeza provocando tus jadeos, suspira sin frenos ni esperas.
Mi lengua buscara tu reverso con ansia convergente, tu desnudez. Me ciego, mis oídos zumban, brotan los torrentes de placer. Te esclavizo con lava supurante, arde en ella independiente, Me quema tu ombligo de cenizas y arden tus sentidos transigentes.Voy y vengo, dándome seno que me place, montañas, Venus nivea y satisfecha .

Gustab

"...Tu olor, el incontrovertible y brutal olor del amor,
permanece intacto, mientras los besos se volatilizan..."
                                 Pablo Neruda.

1 comentario:

  1. SEvero erotismo entre los fulgores de la concha enrojecida, y el encuentro de los cuerpos. Un abrazo. carlos

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