Deseo.

La magia de tus caderas
que sin peso se posan sobre las mias.
Un centro en el centro
dos cuerpos que se arrastran,
o acaso, se resbalan el uno al otro.

Se besan, se desnudan, se olfatean,

se gustan y golpean.

Se hacen charco, agua y brea.

Sudan  tus poros,

sudan los míos.

Destierro insomne;

desnuda mi deseo,

calciname

quemame.

Tu cuerpo es agua,

mi leño, fuego.

Titubeo en tu bosque,

me hago llama.

Trémulo el sexo,

inunda tu garganta;

gimes, bramas,

vertiente de agua

funde mi hierro,

vuelve a ser parda.

Gustab

Georges Bataille afirma que la poesía nos conduce al mismo punto que todas las formas del erotismo: la eternidad...