William Blake
cuando su llave oteo menguante en su cerradura;
La puerta se abrió sobre la sombra erecta e internante;
su forma fue la luz en la penumbra.
Todo allí alumbrado por sus ojos cortantes;
su forma fue la luz en la penumbra.
Todo allí alumbrado por sus ojos cortantes;
Bebió su copa, en sus labios de frescura,
descansó en su boca, su cabeza fragante;
descansó en su boca, su cabeza fragante;
Ella se encantó con su descaro y adoró su locura.
¡ Hoy ríe, si su boca ríe; gime, si él jadea;
y si duerme, duerme como un perro a sus pies!.
¡ Hoy ríe, si su boca ríe; gime, si él jadea;
y si duerme, duerme como un perro a sus pies!.
Hoy lleva en su sombra su olor de almizcle
y tiembla si su mano toca la cerradura.
Él bendice la noche gimiente y oscura,
ella florece la vida en su boca tempranera.
Gustab
Él bendice la noche gimiente y oscura,
ella florece la vida en su boca tempranera.
Gustab
"Hoy lleva en su sombra su olor de almizcle " es la más grata odoración que queda, persistente. olor de hembra. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarHola Gustab, me ha gustado mucho este encuentro con tu arte (llegué a ti por Menta), por dos o tres motivos principales: amo la poesía y me complace mucho encontrar personas que escriban tan bello y que además que sean compatriotas, eso es fantástico. Leí algunas más, pero esta poesía me cautivó totalmente. Tiene tanto de ese desenfreno interno que muchas veces dejamos escurra cuando el corazón late fuerte y nuestro cuerpo necesita nutrir todos sus sentidos al unísono, acallando por unos instantes infinitos la mente y sus barbaridades de pensamientos infectados de miedo. Al amor debemos rendirnos totalmente, solo de esa manera sabremos si es amor realmente.
ResponderEliminar“Ella se encantó con su descaro y adoró su locura”… este verso es fascinante.
Te mando un gran saludo, con alegría y admiración. Un abrazo, Paty