Habanera.
Danza a tiempo lento la Habana,
muy preciso y formado;
Con corcheas y con puntillo,
caderas negras de brillante color.
muy preciso y formado;
Con corcheas y con puntillo,
caderas negras de brillante color.
Exuda tu cuello de diamante negro
lagrimas de sudor, torrentes negros
empaparon mi boca de sal dulce,
catalizador de sabor.
Abriendo tus hojas de tabaco negro,
Habanera entre sus montes oscuros,
de casquillos negros serpenteé,
rezumí tu rubia miel
alimentando tu deseo.
Abriendo tus hojas de tabaco negro,
entré en tu humedal rojo rubí.
Apasionado tinte escondía tu piel
de cabecilla trémula excitada.
Suda néctar moreno entre mis labios,
"Me desordeno, amor, me desordeno cuando voy en tu boca, demorada, y casi sin por qué, casi por nada..."
Carilda Oliver
sal, de tu mojada piel.
Orgasmo infinito entre mis dedos,
gemido y jadeo, zumo de miel.
Así fue mi amor en la Habana;
de revueltas sábanas... senos, muslos y nalgas negras,
labios gruesos de silbante sabor.
Allá en la miseria, sólo amor.
Habanera, aquí el amor transita sabroso y subversivo,
el sol identifica relajo y candor ...
palabreaba Benedetti.
Gustab.
Carilda Oliver
En esta imagen, "Orgasmo infinito entre mis dedos,
ResponderEliminarGemido y jadeo, zumo de miel" se sumaria tu buen poema. Un abrazo. Carlos
Estoy pensando yo con darme una vuelta por la Habana...
ResponderEliminarUn saludo