viernes, 30 de julio de 2021

Orgasmica.


Busqué con angustia entre tus piernas, el néctar que  tu sexo liberaba, tus senos sonrojados de besarlos y morderlos, tu vientre sudado, y el agua que corría por tu cuerpo descontrolado, eran oleadas de goce infinito y tenue.

Abrí tus piernas para entrar en el templo que me invitaba a orar placeres, goces y gemidos. Sentía como te hacías esperma, era como si mis dedos moldearan la cera de tus llamas. 

Bajando por tu vientre, hundí mi boca en tu sexo, sentí como temblabas, sentí correr el deseo dentro de ti, probé el sabor más fuerte que tu sexo liberaba, profundamente alcancé el fondo de tu alma, hasta sentir como explotabas de deseo en un orgasmo infinito. Gritos y gemidos, mientras te deshacías en mis labios.

Flexioné mis brazos, mientras tus piernas permanecían abiertas, me clavé en ti, entré y salí de tu alma, los gritos se ahogaban entre las húmedas sábanas.

Eras infinitamente orásmica,  infinitamente eterna, detenida en el espacio y el tiempo.  Ya no podía escucharte, mi esperma corría en tus adnetros, desaparecía en los sueños, dejaba de ser físico, para ser espíritu, y así se fue la vida, entre tus piernas y en mi boca humeante por el vaho de tu cuerpo y el vapor de mi alma...

Gustab.

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