Diosa.
o ninfa amada por Polifemo
Fuego; nunca pensé que un incendio en mi piel
no llevas nada más que una hoja de laurel,
cubrirte en miel es mi deseo
y comprarte una nueva toga.
En vano, tácita, tu cama gime.
Aceite de sirio huelo;
Aceite de sirio huelo;
El sacudimiento gastado y débil,
de lecho trémulo,
el chirrido por la humedad oxidado.
Escalando mi espalda con tus dedos;
Escalando mi espalda con tus dedos;
trepando los poros erguidos.
Tu piel , mi piel.
Tus manos rasguñando mis nalgas;
Tus manos rasguñando mis nalgas;
tus labios, chocando con cada una de mis músculos.
Tu lengua a oscuras, escalofríos sobre la piel,
sin miedo a caer en mi ombligo,
sin miedo a caer en mi ombligo,
o a perderse en el fondo de mi corazón.
Tus dientes en mi cuello, mordiéndome un beso;
haciendo tuyos mis pechos.
Tus dientes en mi cuello, mordiéndome un beso;
haciendo tuyos mis pechos.
Aliento empañando mi cuerpo,
conoces a la perfección mis atajos.
Siempre has sabido elegir el camino más largo;
hacerme esperar, convulsionar mi cuerpo besándome
desde el final, hasta el principio de mis piernas.
desde el final, hasta el principio de mis piernas.
En fin: tus dedos haciéndome pensar.
Fuego; nunca pensé que un incendio en mi piel
sería tan húmedo…
Nunca pensé que tendría tantas ganas de quemarme.
Mi piel excitada y mi garganta nerviosa.
Maldigo aquel momento porque lo quiero eterno.
porque quiero que sea una historia y no tan solo un fragmento.
Mi piel excitada y mi garganta nerviosa.
Maldigo aquel momento porque lo quiero eterno.
porque quiero que sea una historia y no tan solo un fragmento.
Gustab
Maq Qamad "Mi rincon Favorito" de Jueves relatos
"Maldigo aquel momento porque lo quiero eterno.
ResponderEliminarporque quiero que sea una historia y no tan solo un fragmento." El cierre compila el poema en toda su fuerza erótica que conjuga la ansiedad de que no cese la complacencia erógena. Un abrazo. Carlos
Hago míos el comentario de Carlos. Iba a resaltar, precisamente, la misma frase. Un abrazo
ResponderEliminary
ResponderEliminarAhi quedo... lejos de tus fantasmas.
EliminarEse rincón favorito no me es ajeno...Si el mundo arde, que me coja cabalgando.
ResponderEliminarUn saludo
Sublime tu verbo exhalando erotismo en su más pura y poética expresión.
ResponderEliminarMagnífica aportación, querido amigo.
Un verdadero deleite…
Abrazo grande 💙
Nos dejas un poema sublime, y que mejor rincón que el amor y el deseo. A veces desearíamos que el tiempo nos dejara en él , sin prisa sin pausa , solo el sentir de dos almas y cuerpos. Un abrazo.
ResponderEliminarUn rincón en el que no da miedo perderse sino más bien al contrario. Besos.
ResponderEliminarUn rincón en el que no da miedo perderse sino más bien al contrario. Besos.
ResponderEliminarEste poema sobresale entre todos los que te he leido.Un balsamo a esta hora de mi madrugada.Te dejo un beso.
ResponderEliminarUn rincón lleno de sensualidad en el que cabalgas con frecuencia y al hacerlo tuyo , nos lo compartes.
ResponderEliminarEstupendo relato.
Deseo exaltado puro, una maravilla.
ResponderEliminarY si, viniendo de ti, no podía ser otro tu lugar preferido que el cuerpo del ser amado, de la mujer soñada. Un goce para los sentidos. Y quien sabes, puede que hasta unión de almas en el acto sexual. Un abrazo
ResponderEliminartu lugar especial es siempre compartido generoso dadivoso y perenne Un abrazo
ResponderEliminarUnos versos intensos... Conviertiéndose el cuerpo de la otra persona en el rincón favorito para ser y estar. Me gustaron mucho, Gustab.
ResponderEliminarUn besazo
Un rincón de ensueño y deseo.
ResponderEliminarDe nuevo te superas.
Gustab, una maravillosa poesía, con musicalidad, con todo el fulgor de las llamas. Enervas el deseo y enciendes la imaginación. Me he recreado en cada dibujo que has trazado sobre esta pequeña eternidad.
ResponderEliminarMiles de gracias por sumarte a la convocatoria y presentar el deleite del erotismo.
Un beso enorme.
No he podido evitar una sonrisa cuando a la convocatoria de mi rincón preferido, abro tu blog y aparece primer plano de la foto.
ResponderEliminarLuego narrar con detención, casi a cámara lenta, el punto de vista de ella, de cómo das rodeos para llegar lo más tarde posible, tanto como la excavación de ella requiera.
Abrazoo, Gustab
Hola, Gustab:
ResponderEliminarEl anticlímax del deseo llega en su culminación, cuando tras alcanzar la cima comienza un descenso que muchas veces amenaza con ser caída.
Gran poema, Gustab.
Gustab. 👀👀👀👀 Instante eterno. Un abrazo.
ResponderEliminarMe quedo con el final que lo resume todo y el fragmento lo has vuelto eterno con este bellísimo relato
ResponderEliminarUn abrazo
Vaya, qué lindo poema, al principio al leer que se lo dedicas a Galatea automáticamente pensé que es metáfora y que tu diosa es la poesía pero según iba leyendo el verso se iba encarnando en cuerpo, bendita alquimia!!! para terminar luego, sí, otra vez destilado casi todo el cuerpo, en puro deseo de verso, o de literatura. Tú estás loco de verdad ;-))) Un abrazo.
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